Empieza la nueva
temporada: Practica Karate
Cada inicio de curso/temporada todos empezamos,
tanto experimentados como recién iniciados y tanto grandes como pequeños, el
nuevo curso con unas ilusiones y objetivos renovados. Con muchas ganas de
aprender y de demostrarnos a nosotros mismos, nos decimos “este año voy hacer
lo que quiero y al nivel que yo quiero”.
Forma parte de nuestro trabajo como maestros e
iniciadores, en muchos casos, que toda esa ilusión y motivación que tienen
nuestros alumnos no se convierta en frustración y desgana.
En los más
pequeños es importante, en todos los
casos, mantener un nivel de entusiasmo
muy grande, porque los niños y las niñas copian mejor que escuchan y
nuestro estado emocional al impartir las clases es básico para que ellos
encuentren en el Karate una forma de expresarse. Expresarse de forma
equilibrada, divertida y apasionada.
El Karate les aporta muchos beneficios que todos
conocemos: respeto, autoestima,
salud, disciplina, agilidad, coordinación, fuerza, etc.… Todo esto es lo que se
les explica a los padres y ellos están interesados en que sus hijos practiquen
Karate por muchas de estas características.
Pero todos sabemos o deberíamos intuir que nuestros
hijos no se mueven por esas cualidades o al menos no se moverá por mucho
tiempo.
Nosotros, como profesionales de la enseñanza,
tenemos que conseguir que todas esas cualidades formen parte de ellos, sin que
apenas ellos lo noten y, eso se logra, bajo mi experiencia, sólo con la
creatividad, la innovación y el talento que nosotros podemos llegar a tener.
Todo esto es una forma de entender la enseñanza de
los más pequeños, pero la única manera de obtener los resultados deseados con
esta forma es a través del respeto
hacia ellos, como personas individuales, diferentes y únicas, y no como
autómatas que se comportarán de una misma manera y a nuestro gusto.
También es importante controlar su extra-motivación
a la hora de enfrentar un reto, llámese examen, curso, campeonato, etc.
Dependiendo de cada alumno o alumna le tendremos que ayudar a vivir esta
experiencia de la forma más adecuada, haciéndole ver de forma natural todos los
objetivos y sus consecuencias, en forma de egos, frustración, desmotivación,
euforia, etc.
Los padres también son de vital importancia en el
desarrollo de sus hijos dentro del Karate, por eso la comunicación con ellos es
de vital importancia. Es importante tener un buen feedback y usarlo en el
trabajo individual con cada uno de los niños y niñas.
También estoy convencido que la participación de los
padres en algunas actividades es muy positiva para el desarrollo de sus hijos e
hijas dentro del Dojo y la clase. Para ellos es importante que sus padres los
valoren y los respeten, dándole la
importancia que corresponde a sus esfuerzos.
En cuanto a los
adolescentes y adultos es similar la
forma en la cual nos enfrentamos a los retos y los entrenamientos, pueden estar
dirigidos de forma parecida o al menos trasmitir los conocimientos con la misma
filosofía. Pero con una gran ventaja en la mayoría de los casos, porque, en este caso, nosotros trabajamos en
el tiempo de ocio de nuestros alumnos. Lo cual resulta motivador para nosotros
pero también un gran reto mantener a nuestros alumnos “enganchados al Karate”
pudiendo hacer cualquier otra cosa mucho más cómoda, si no somos capaces de
captar su interés y generarles la motivación necesaria para que practiquen
Karate durante toda su vida, hasta que forme parte de ella.
El Karate en un grupo de personas adultas puede y
debe tener diferentes objetivos como pueden ser exámenes, cursos,
competiciones, personas que quieren formar parte de un grupo, etc. Y tenemos
que hacer que cada persona encuentre su lugar dentro del grupo y se sienta integrado,
respetado y valorado.
Cada grupo de personas es importante, sino imprescindible,
para el buen funcionamiento de una clase, dojo o incluso organización.
Sin competidores es más difícil que el grupo sea cohesionado,
fuerte y crezca. Y sin el resto el grupo la clase pierde personalidad,
diversidad y apoyo incondicional a todas las actividades.
También estoy seguro que es imposible tener un dojo
sólo de competidores, lo digo por experiencia propia, pero sí es posible tener
un grupo sin competidores. Esto demuestra la importancia del resto del grupo
por encima de los competidores, aunque la forma de más éxito es la combinación
de todas las personas y sus objetivos.
Nosotros, los profesores de todo este colectivo,
tenemos que trabajar de forma honesta, actualizada, creativa, rigurosa,
calmada, enérgica y sobre todo apasionada para estar al nivel que nos piden las
personas que tenemos delante. Y ser responsables de nuestra influencia sobre
ellos/as, que es mucho más de lo que nos podemos imaginar.
Shihan Daniel Sánchez
Dojo Sabadell