Fundamentos de mi karate
Muchas personas al conocerme mejor, se
sorprenden de mis pensamientos, sobre todo de mi forma de entrenar, de ver y
vivir el Karate, de que todo forma parte de una misma cosa.
Mucha gente sólo ve kyokushin de una
manera, que en estos dichos queda bastante reflejado:
“Si no duele
no es kyokushin” o “Siempre fuertes”
Para mí y mi forma de entender el Karate
Kyokushin estas frases son totalmente absurdas.
Entendiendo de forma literal estas frases, que
solo algunas personas pueden practicar Kyokushin, los fuertes y los que les
gusta el dolor.
Yo cuando practico Kihon, Katas y por
supuesto técnicas de kumite no siento ningún dolor y no necesito ser fuerte ni
resistente al dolor.
Yo siento bienestar, emoción,
conocimientos, energía, técnica, táctica, inteligencia, etc…
Un
sinfín de sensaciones que intento transmitir a mis alumnos, entre los
cuales hay un buen número de competidores.
Incluso cuando se hace combate hay que
buscar ese tipo de sensaciones para obtener buenos resultados a nivel
competitivo. No estoy diciendo que no te duelan los golpes o que no tengas que
ser fuerte para poder luchar, sobre todo cuando se es competidor. Pero os
aseguro que para practicar Kyokushin no hace falta que nos guste el dolor ni
ser extremadamente fuerte.
Lo necesario para aprender Kyokushin es que
te guste y encontrar un maestro que sepa transmitirte esa pasión por las
sensaciones que al practicarlo te produce, y que no pueden ser otras más que
agradables. De acuerdo que cuando avanza nuestro nivel, estamos preparados
física y mentalmente para una serie de cosas que no nos podíamos imaginar el
primer día que entramos en el dojo. Pero debemos ser conscientes que los
alumnos tienen que progresar y no demostrar.
En cuanto a los competidores o luchadores
me mantengo en los principios que he expresado en los anteriores párrafos. A un
luchador lo tenemos que preparar para que aguante el dolor y sea fuerte, pero
no como objetivo sino como preparación mental para lo que puede sentir en los
combates.
No he visto a
ningún portero de fútbol con una frase como esta:
“Me encanta
que me metan goles” o “Si no me meten un gol no es un partido”
Entonces según mi punto de vista si no me
duele mejor, si no me hacen daño mejor y si no expongo el físico mejor.
Una vez me dijeron que la técnica gana a la
fuerza y que la táctica gana a la técnica y a la fuerza. Y no puedo estar más
de acuerdo.
La FUERZA es Velocidad x Peso, solamente
eso. LO PUEDO Y LO DEBO ENTRENAR.
La TÉCNICA es el control de todo mi cuerpo
en cualquier situación. LO ENTRENO CON KIHON, KATAS Y TÉCNICAS DE KUMITE.
La TÁCTICA es usar la fuerza y la técnica
con INTELIGENCIA. Esta palabra no sale habitualmente en ninguna de las frases
celebres de Kyokushin.
Sin INTELIGENCIA no puedo conseguir el
máximo rendimiento y solo consigo el máximo rendimiento cuando tenemos buenas
sensaciones practicando Karate.
También usamos la ESTRATEGIA, que son las
múltiples formas de llevar a cabo la TÁCTICA.
Yo conseguí mejores resultados en mi etapa
de competidor cuando seguí este principio.
Entonces todo tomó sentido. Todo fue más
sencillo y más agradable.
Si seguimos nuestros propios pensamientos y
somos capaces de analizar toda la información que tenemos bajo unos principios
firmes, podremos ver que muchos de los principales preceptos de Kyokushin han
variado en la actualidad.
Seremos capaces de analizar toda la
información que tenemos y ver si es válida o no independientemente de quien la
escribió o a quien le sirvió en su época.
Con esto no quiero decir que lo tradicional
este mal, más bien todo lo contrario.
El karate es un sistema perfectamente
estudiado. Si lo practicamos de la forma adecuada y tradicional, en unos años
nuestra eficacia sería muy alta, nuestra preparación física y técnica también,
y tendríamos una posición corporal casi perfecta.
Pero por desgracia a veces algunos de estos
preceptos se difuminan en la historia por el deterioro de los principales
principios de Karate Kyokushin.
Kihon, Kata, Kumite y Goshin. Siempre y en
este orden para el buen aprendizaje.
Las artes marciales surgieron con la
necesidad de que un pueblo más débil derrotara a uno más fuerte, y siguiendo
este principio, un luchador que controle mejor el arte puede derrotar a uno que
sea más fuerte pero con falta de control o conocimiento del propio arte.
SIEMPRE KYOKUSHIN.
Shihan Daniel Sánchez