Dojo Sabadell

El maestro Shihan Daniel Sánchez Rodríguez 5º Dan Kyokushin Budokai se inició en las artes marciales a la edad de 3 años, en la modalidad de Judo, hasta que cumplió los 6 años que empezó la práctica del Karate Kyokushinkai en Ripollet de la mano de Sensei Juan López.

Compite por primera vez en 1992, a la edad de 14 años y en 1995 a nivel nacional, tres años más tarde se abría paso en los campeonatos internacionales. Esta última época fue de vital importancia para su formación como competidor porque empezó a recibir los conocimientos y entrenar con asiduidad con su actual maestro Kancho Roiz, siendo éste su mentor.

Paralelamente a sus experiencias en competiciones, se inició como instructor a los 17 años y desde el principio quiso inculcar a sus alumnos su forma personal de vivir el Karate, con serios entrenamientos aptos para todo tipo de personas y otros específicos para alumnos interesados en la competición, estos últimos siendo mucho más duros, exigentes y rigurosos.

Estos entrenos aumentaron vigorosamente cuando fundó su propio club, Kumite Dojo, más adelante llamado Dojo Sabadell.

Los competidores formados en Dojo Sabadell han destacado en competiciones tanto a nivel regional, nacional como internacional.

En 2003 el Shihan Roiz forma Kyokushin Budokai España y Shihan Daniel Sánchez tuvo el honor de ser nombrado representante de WKB en Catalunya.

En el año 2015 se retira de la competición después de mas de 23 años en activo y Hanshi Pedro Roiz le nombra seleccionador Nacional.

Después de un año como seleccionador es nombrado miembro del Comité Internacional WKB y adjunto a Kancho Pedro Roiz. Para ayudar y colaborar en el desarrollo a nivel internacional de World Kyokushin Budokai (WKB).

En 2018 supera la prestigiosa prueba de los 100 Kumite Man.



martes, 6 de septiembre de 2016

Empieza la nueva temporada: Practica Karate



Cada inicio de curso/temporada todos empezamos, tanto experimentados como recién iniciados y tanto grandes como pequeños, el nuevo curso con unas ilusiones y objetivos renovados. Con muchas ganas de aprender y de demostrarnos a nosotros mismos, nos decimos “este año voy hacer lo que quiero y al nivel que yo quiero”.
Forma parte de nuestro trabajo como maestros e iniciadores, en muchos casos, que toda esa ilusión y motivación que tienen nuestros alumnos no se convierta en frustración y desgana.


En los más pequeños es importante, en todos los casos, mantener un nivel de entusiasmo  muy grande, porque los niños y las niñas copian mejor que escuchan y nuestro estado emocional al impartir las clases es básico para que ellos encuentren en el Karate una forma de expresarse. Expresarse de forma equilibrada, divertida y apasionada.
El Karate les aporta muchos beneficios que todos conocemos: respeto, autoestima, salud, disciplina, agilidad, coordinación, fuerza, etc.… Todo esto es lo que se les explica a los padres y ellos están interesados en que sus hijos practiquen Karate por muchas de estas características.
Pero todos sabemos o deberíamos intuir que nuestros hijos no se mueven por esas cualidades o al menos no se moverá por mucho tiempo.
Nosotros, como profesionales de la enseñanza, tenemos que conseguir que todas esas cualidades formen parte de ellos, sin que apenas ellos lo noten y, eso se logra, bajo mi experiencia, sólo con la creatividad, la innovación y el talento que nosotros podemos llegar a tener.




Todo esto es una forma de entender la enseñanza de los más pequeños, pero la única manera de obtener los resultados deseados con esta forma es a través del respeto hacia ellos, como personas individuales, diferentes y únicas, y no como autómatas que se comportarán de una misma manera y a nuestro gusto.
También es importante controlar su extra-motivación a la hora de enfrentar un reto, llámese examen, curso, campeonato, etc. Dependiendo de cada alumno o alumna le tendremos que ayudar a vivir esta experiencia de la forma más adecuada, haciéndole ver de forma natural todos los objetivos y sus consecuencias, en forma de egos, frustración, desmotivación, euforia, etc.
Los padres también son de vital importancia en el desarrollo de sus hijos dentro del Karate, por eso la comunicación con ellos es de vital importancia. Es importante tener un buen feedback y usarlo en el trabajo individual con cada uno de los niños y niñas.
También estoy convencido que la participación de los padres en algunas actividades es muy positiva para el desarrollo de sus hijos e hijas dentro del Dojo y la clase. Para ellos es importante que sus padres los valoren y los respeten, dándole la importancia que corresponde a sus esfuerzos.





En cuanto a los adolescentes y adultos es similar la forma en la cual nos enfrentamos a los retos y los entrenamientos, pueden estar dirigidos de forma parecida o al menos trasmitir los conocimientos con la misma filosofía. Pero con una gran ventaja en la mayoría de los casos,  porque, en este caso, nosotros trabajamos en el tiempo de ocio de nuestros alumnos. Lo cual resulta motivador para nosotros pero también un gran reto mantener a nuestros alumnos “enganchados al Karate” pudiendo hacer cualquier otra cosa mucho más cómoda, si no somos capaces de captar su interés y generarles la motivación necesaria para que practiquen Karate durante toda su vida, hasta que forme parte de ella.




El Karate en un grupo de personas adultas puede y debe tener diferentes objetivos como pueden ser exámenes, cursos, competiciones, personas que quieren formar parte de un grupo, etc. Y tenemos que hacer que cada persona encuentre su lugar dentro del grupo y se sienta integrado, respetado y valorado.
Cada grupo de personas es importante, sino imprescindible, para el buen funcionamiento de una clase, dojo o incluso organización.
Sin competidores es más difícil que el grupo sea cohesionado, fuerte y crezca. Y sin el resto el grupo la clase pierde personalidad, diversidad y apoyo incondicional a todas las actividades.
También estoy seguro que es imposible tener un dojo sólo de competidores, lo digo por experiencia propia, pero sí es posible tener un grupo sin competidores. Esto demuestra la importancia del resto del grupo por encima de los competidores, aunque la forma de más éxito es la combinación de todas las personas y sus objetivos.

Nosotros, los profesores de todo este colectivo, tenemos que trabajar de forma honesta, actualizada, creativa, rigurosa, calmada, enérgica y sobre todo apasionada para estar al nivel que nos piden las personas que tenemos delante. Y ser responsables de nuestra influencia sobre ellos/as, que es mucho más de lo que nos podemos imaginar.

Shihan Daniel Sánchez

Dojo Sabadell